Mensajes que dan error de envío, establecimientos de llamada fallidos, voces que llegan entrecortadas o coberturas que desaparecen a la mínima de cambio. Es la estampa de cada verano. El fuerte aumento de la población que registran los municipios costeros durante las vacaciones no sólo satura las playas. La red de antenas que dan servicio a los principales operadores de telefonía móvil también sufren los estragos del turismo; una sobrecarga que se traduce en un deterioro en la calidad del servicio y en una ralentización en la transmisión de datos.El problema, como recuerda Carlos Cernuda, el portavoz de Redtel (la patronal de tecnología móvil que agrupa a Telefónica, Vodafone, Orange y Yoigo) es que el traje se ha quedado pequeño.
De junio a septiembre, muchas localidades del litoral multiplican su población por la llegada masiva de veraneantes. Este 'overbooking' colapsa la red de telefonía, que funciona estos días al límite, especialmente en los grandes núcleos costeros. Según el portavoz de Redtel, Benalmádena, Fuengirola, Marbella, Estepona, Nerja, Vélez-Málaga y Rincón de la Victoria suelen ser las zonas más conflictivas. En el interior, las grandes operadoras reconocen dificultades en Antequera, Alhaurín de la Torre y Alhaurín el Grande. «En estos municipios estimamos que haría falta instalar un 40% más de antenas para mejorar el servicio», indica Cernuda.
Y es que al aumento de receptores se une la cada vez mayor oferta de servicios de telefonía móvil. Para hacer frente a la demanda creciente de utilidades avanzadas es necesario que se amplíe la red de antenas, como argumentan desde Redtel. «Con la voz no hay grandes problemas, pero sí con la transmisión de datos. Al respecto, desde Redtel consideran injustificada la norma que impide colocar estos equipos a cien metros de espacios sensibles, como guarderías, colegios, centros sanitarios, parques o geriátricos.
